Entre lo figurativo y lo abstracto
Quizá porque escuchan con la piel; quizá porque miran cuidadosamente con cada mano,porque nacieron con los ojos abiertos a la noche;quizá porque su alma es tan vieja como las montañas, porque conocen el nombre verdadero de cada río, porque reconocen la tristeza del mundo en el gemido del viento, y el dolor profundo e intempestivo en el océano encabritado; quizá porque intuyen desde niños el secreto inasible de la vida, que se les escurre por los dedos, por los ojos, por el sueño.
Quizá por eso ven lo que nadie ve.
Quizá por eso nos ven como nadie nos ve.
Nos ven sin rostro, sin nombre, sin origen, sin sustento; sin voz , sin palabras, sin susurros, ni gemidos (cuanto llanto silencioso nos rodea);sin brazos, sin dedos, sin uñas (sin abrazos, sin caricias, sin rasguños); ciegos, sordos, mudos, mancos. Hombres y mujeres inasibles que deambulan sin tocarse.
El miedo es nuestro nombre, la soledad es nuestro rostro, la fugacidad es nuestro tiempo.
Cierto, hace rato que no vemos, que no escuchamos, que no palpamos.
Así nos vemos, así nos ven.
Porque ven a través de nosotros.
Este es el signo del tiempo y los tiempos: la soledad, la angustiante y silenciosas soledad.
Hombres y mujeres que hemos olvidado nombre, origen, raíz, esencia.
Pero no falta quien nos vea y nos refleje.
Ellos, los que nacieron con los ojos abiertos a la noche,los que tienen el alma tan vieja como las montañas, nos muestran lo que ven, para que nos veamos.
Nos muestran aquello en que nos hemos convertido, reflejan aquello que, de nosotros, hemos olvidado.
Y generosos del corazón, nos muestran la imagen esperanzada.
El reencuentro con aquello de lo que (ellos no lo han olvidado) estamos hechos todos: todos somos aire, y árbol, y bosque, y nube, y roca, y arena , y oleaje, y espuma, y trueno, y bruma… y ojos, y brazos, y bocas, y lenguas, y palabras, y caricias, y aullidos, y canto, y herencia, y descendencia.
Veamos más allá de la máscara, miremos de cerca en lo que nos hemos convertido, recordemos lo que hemos olvidado, miremos de cerca con cada mano, acariciemos cada palabra que flote en el silencio reencontrémonos, con piel (es) , con rostro (s) , con mano(s), con origen(es), con palabra(s),reencontrémonos.
Adolfo Morales Moncada.
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